Hablemos de lo que no se habla: sexualidad y discapacidad

Hablar de sexualidad, especialmente cuando se trata de personas con discapacidad, puede resultar incómodo o incluso tabú para muchas personas. Pero hoy queremos invitarte a reflexionar sobre este tema tan importante y a desterrar algunos de los mitos que lo rodean.

¿Por qué es un tema tabú?

A menudo se asocia a la discapacidad con la asexualidad, ignorando que las personas con discapacidad tienen los mismos deseos, necesidades y derechos sexuales que cualquier otra persona.

La falta de educación sexual integral y adaptada a las necesidades de las personas con discapacidad genera un vacío de conocimiento que alimenta los mitos y los prejuicios. Además, muchas personas con discapacidad y sus familias sienten vergüenza o culpa al hablar de sexualidad, lo que dificulta que busquen información y apoyo.

No hablar del tema, tiene sus consecuencias

El aislamiento social es una de las principales consecuencias, ya que las personas con discapacidad pueden sentirse aisladas y solas si no tienen la oportunidad de explorar su sexualidad de manera saludable.

El hecho de no hablar de sexualidad también puede acarrear problemas de salud. La falta de información sobre salud sexual puede llevar a embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y otros problemas asociados.

La violencia también es un tema de sexualidad. A veces, las personas con discapacidad son más vulnerables a sufrir violencia sexual debido a la falta de educación y protección.

La sexualidad es una parte de nuestra identidad

Es fundamental entender que todas las personas, independientemente de sus capacidades, tienen derecho a disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. La sexualidad es una parte importante de nuestra identidad y bienestar, y no debe ser negada a nadie.

¿Cómo abordar este tema en familia?

La principal clave es la información y educación. Buscar información confiable sobre sexualidad y discapacidad. Existen muchas organizaciones y profesionales que pueden ser de ayuda.

El diálogo abierto crea un ambiente de confianza donde se puede hablar de estos temas sin tabúes ni prejuicios.

El respeto y autonomía nos permiten considerar las decisiones y los deseos sexuales de las personas con discapacidad.

Además es importante recurrir al apoyo profesional. Si es necesario, consultar a un profesional de la salud para obtener asesoramiento personalizado.

Consejos para una vida sexual saludable

  • Comunicación: la comunicación abierta y honesta es fundamental en cualquier relación.
  • Placer: la sexualidad debe ser una fuente de placer para todas las personas involucradas.
  • Seguridad: priorizá la seguridad física y emocional en todas las relaciones sexuales.
  • Consentimiento: el consentimiento es esencial en cualquier interacción sexual.

La sexualidad es una parte natural de la vida y las personas con discapacidad tienen los mismos derechos y deseos sexuales que cualquier otra persona. Al hablar abiertamente sobre este tema, podemos ayudar a romper tabúes, promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Recordá:

No estás solo, hay muchas personas y organizaciones que pueden ofrecerte apoyo.

La información es poder. Buscá información confiable y actualizada.

La sexualidad es tu derecho, no permitas que nadie te haga sentir menos por tus deseos sexuales.

Si tenés alguna inquietud o necesitás más información, no dudes en consultar a un profesional.

Recursos adicionales

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